El arte de la osteopatía craneosacral
Esta rama se centra en los problemas craneales y su influencia sobre el sistema nervioso central (SNC). El sistema craneosacral está conformado por las membranas meníngeas (que recubren el SNC), los huesos a los que estas se insertan, el líquido cefalorraquídeo (encargado de proteger el cerebro y la médula espinal), así como los huesos del cráneo y el sacro. Este último hace parte de la columna vertebral y la cintura pélvica.
Por lo anterior, podemos concluir que cualquier alteración que sufra el sistema craneosacral puede afectar la estructura y funcionamiento de todo el cuerpo.
La osteopatía craneosacral consiste en un suave contacto de las manos con el cráneo, para percibir las pulsaciones o el ritmo craneosacral, que es transmitido a todo el cuerpo a través de la fascia, (el tejido conectivo que envuelve todos los órganos, músculos, huesos, nervios, vasos sanguíneos y células del organismo).
Esta rama de la osteopatía tiene una importancia singular en el manejo de patologías como migrañas, vértigos, mareos, sinusitis, parálisis facial, otitis y alteraciones de la articulación temporo mandibular: bruxismo, artrosis y artritis.